Desde las últimas décadas del siglo XX se viene desarrollando un sistema de filtrado del agua que permite disfrutar de un lago, piscina o estanque natural sin necesidad de productos químicos para su mantenimiento. La idea surgió en Austria y Alemania, zonas más concienciadas con el cuidado del medio ambiente desde hace tiempo, donde comenzó a crearse este tipo de piscinas naturalizadas o ecopiscinas en primer lugar para uso privado pero extendiéndose pronto al uso público por los beneficios que ofrecen al permitir mantener el agua en perfectas condiciones sin usar elementos tóxicos que perjudican al medio ambiente y pueden producir serios daños a las personas que disfrutan del baño.
Uno de los múltiples beneficios que ofrece este sistema de ecopiscinas es el hecho de que ofrece una integración completa con el ambiente de nuestro jardín o espacio al aire libre al permitir una total libertad en cuanto a su configuración. Es posible desde crear una piscina similar a las convencionales a un lago que parecerá tan natural como si siempre hubiera estado ahí, el único límite es la imaginación y el diseño. De esta forma podremos instalar una zona de baño sin temor a romper el estilo de nuestro hogar, adaptándola a nuestro gusto.
El sistema que permite que el agua de estas piscinas ecológicas se mantenga limpia y pura consiste en la instalación de un sistema anexo a la zona de baño que se dedica expresamente a la filtración del agua. A modo de sistema de depuración, plantas naturales y grava se dedican a oxigenar y filtrar las impurezas de modo que nos permiten disfrutar de un baño totalmente natural y saludable, recomendado por expertos en medicina especialmente para aquellas personas que sufren de molestias cada verano por el uso indiscriminado de productos químicos en piscinas públicas y privadas. El cloro puede provocar desde irritación en los ojos y mucosas hasta erupciones y molestias respiratorias, algo que se ataja de raíz con las biopiscinas, donde es posible tomar un baño relajante, realizar ejercicio en el agua o jugar sabiendo que ningún producto tóxico estará en contacto con nosotros ni con las personas que más nos importan.