Espai Terra contactó con nosotros para mostrarles una piscina naturalizada. De entrada les propusimos que viniesen preparados para bañase ya que la sensación del agua natural sin productos químicos ni sal, únicamente naturaleza es la sensación más apreciada de nuestros clientes y de los usuarios de piscinas naturales.
Realmente, la piscina natural visitada está en un entorno excepcional y tiene un paisajismo que se adapta al lugar perfectamente. El agua parece salir de la montaña y la forma de la zona de baño sigue los bancales tradicionales de las albercas de almacenamiento de agua agrícolas del entorno.
La zona de depuración biológica es como un humedal que se crea en medio del bosque.
La zona de depuración tiene una superficie del 15% del total de la lámina de agua. Se trata de un humedal tecnificado de 80 cm de profundidad que el agua pasa pon las gravas de diámetro y composición determinada que junto con las plantas acuáticas purifican el agua. Este filtro biológico renueva de forma natural cada año y no hay que cambiar ni las gravas ni las plantas, igual que en la naturaleza.
La piscina natural tiene ya 5 años y a medida que pasa el tiempo se va estabilizando cada vez más y su mantenimiento es simple. Las plantas se podan en invierno y se abonan para que en primavera broten de nuevo.
La zona de baño tiene una longitud de 20 m adecuada para natación y una profundidad de 1,9m. El agua circula de la zona de baño a la zona de purificación que es el filtro biológico, en el sistema no se usan productos químicos ni sal ni lámparas UV. La purificación del agua es igual que en la naturaleza, agua, luz, piedras y plantas. El resultado agua naturalmente cristalina.